De Depresión, A Un Estado De Florecimiento

De Depresión, A Un Estado De Florecimiento

Recuerdo como me encontraba aquel invierno del 2014. Y es que, cuando uno se encuentra en un estado de total oscuridad, es difícil ver dónde existe la luz. En mi caso, empezar a buscar de Dios y tener la fe de que el podría restaurar mi vida fue mi salvación. 

Otro eslabón importante fue el nacimiento de mi hijo, fue la clave que Dios utilizo, para transformar mi vida a un estado de florecimiento. Desde que empece a sentirlo en mi vientre y saber que esa vida dependía de mí; decidí que debía luchar por mi y mi hijo.

El propósito de vida, no se basa, en tener las cosas que uno piensa lo harán feliz, como riquezas, casarse, posiciones o sentido de merecimiento. En todo eso, que el mundo nos ofrece, no esta la solución, ese vacío en tú corazón solo lo puede llenar Dios. Es empezar a reconocer que tienes un creador, que te creo con un propósito único. Esto va muy ligado a lo que a ti como ser humano y ser único te mantiene motivado y en sintonía hacia tus sueños.

Pongamosle más bien sentido; que nuestra luz de cuando éramos niños, ese deseo de aprender y descubrir, no se apague porque somos adultos y creamos que todo  lo sabemos. Siempre hay y habrá una razón, y esa razón es seguir a Cristo.

Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Juan 14:6

Cuando ciertos días llegaron a mi vida empece a notar, como la actividad que pasó de ser un hobbie se estaba convirtiendo en mi pasión. Hechando a volar mi imaginación y siempre en estado de búsqueda y creación, fue que descubrí mi verdadero yo. Porque en ese momento? porque empece y decidí buscar de Dios. Porque entendí que la vida, no se trata de mí, sino de vivir por la razón que él me creo, para su honra y gloria.

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